La violencia escaló este lunes en Apatzingán, Michoacán, cuando un grupo de manifestantes incendió el Palacio Municipal durante una protesta por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. Los inconformes irrumpieron en el edificio y causaron destrozos antes de prender fuego a las oficinas gubernamentales.
De acuerdo con reportes locales, los asistentes —muchos con el rostro cubierto— forzaron las puertas del ayuntamiento, rompieron mobiliario y aparatos electrónicos, mientras el fuego se extendía por distintas áreas del inmueble.
La protesta en Apatzingán forma parte de una ola de movilizaciones en Michoacán que exige justicia por el crimen del alcalde Carlos Manzo, ocurrido días atrás en Uruapan. Las manifestaciones se han tornado violentas y han derivado en enfrentamientos con la policía, además de daños en edificios públicos.
Los inconformes también demandan justicia por el homicidio de Bernardo Bravo, líder de los productores citrícolas del Valle de Apatzingán, presuntamente asesinado por el grupo criminal Los Blancos de Troya.
En Morelia, capital del estado, se han registrado dos días consecutivos de protestas frente al Palacio de Gobierno, donde también se reportan daños al patrimonio histórico y la detención de al menos 12 personas.


