León XIV marcó la pauta de su pontificado este domingo en el Vaticano al denunciar una economía que explota la naturaleza y margina a los pobres, en una misa inaugural ante miles de personas, incluyendo al vicepresidente estadounidense JD Vance y varios mandatarios latinoamericanos.
Diez días después de su elección, Robert Francis Prevost confirmó la orientación social que pretende dar a su pontificado, tras haber elegido su nombre en honor a León XIII (1878-1903), padre de la doctrina social de la Iglesia, que denunció la explotación de la clase obrera a finales del siglo XIX.
Durante una misa rica en ritos y símbolos, custodiada por un importante dispositivo de seguridad, León XIV recibió los emblemas papales: el palio, una prenda que pende de los hombros y luce sobre la casulla, y el anillo del pescador, que se forja de manera especial para cada pontífice, y debe ser destruido a la muerte del mismo.
El Papa recalcó su “gratitud”, insistió en la “unidad” de la Iglesia y abogó por la “caridad”, en lugar de “atrapar a los demás con el sometimiento, con la propaganda religiosa o con los medios del poder”.
Antes de la misa, el líder de 1,400 millones de católicos salió a la plaza de San Pedro a saludar a la multitud, que aplaudía a su paso, ondeando banderas e inmortalizando el momento con sus celulares.