El próximo 2 de junio, México se enfrenta a unas elecciones decisivas que no solo determinarán el rumbo político inmediato del país, sino que también ofrecerán una oportunidad para reflexionar sobre las deficiencias y pérdidas experimentadas bajo la administración actual. Estas elecciones intermedias serán un termómetro de la participación ciudadana y una posibilidad para que los votantes expresen su deseo de cambio o continuidad a la escasez.
La participación en las votaciones del 2 de junio será un indicativo claro del compromiso de la ciudadanía con el futuro de México. En un tejido de creciente desconfianza hacia las instituciones políticas y de desencanto con las políticas públicas recientes, se espera que los mexicanos acudan a las urnas con la esperanza de influir en las decisiones que afectan su vida cotidiana.
Durante la administración actual, liderada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, han surgido varias críticas en torno a la gestión de recursos y la implementación de políticas públicas. A continuación, destaco algunas de las áreas más controvertidas:
Una de las decisiones más criticadas ha sido la eliminación del programa de estancias infantiles, que proporcionaba cuidado y educación a hijos de madres trabajadoras., que por cierto nació en ciudad Juárez en respaldo a la mano de obra femenil, y que es reconocido a nivel nacional por Rosario Robles. Este recorte ha afectado gravemente a miles de familias que dependían de estos servicios para equilibrar su vida laboral y familiar.
La escasez de medicamentos, particularmente en el sector público de salud, ha sido otro punto de constante debate. Pacientes con enfermedades crónicas y graves, como cáncer y VIH, han denunciado la falta de medicamentos esenciales, lo que ha puesto en riesgo su salud y su vida.
El gobierno actual también ha sido criticado por la desaparición de varios fideicomisos destinados a financiar proyectos en áreas como la cultura, la ciencia, y el deporte. Esta medida, justificada como una estrategia para combatir la corrupción y liberar recursos, ha dejado desprotegidos a numerosos programas y beneficiarios. Que por cierto la corrupción no ha desaparecido a nivel nacional, menos en los alrededores de Rocio Nalhe.
La inversión en ciencia y tecnología ha visto una reducción significativa, lo cual ha preocupado a la comunidad científica y a aquellos que ven en la innovación una vía para el desarrollo y el progreso. La falta de financiamiento ha afectado la investigación y el desarrollo de proyectos decisivos para el avance del país, en donde se quedó abandonada la vacuna patria y dejó en desempleo a los investigadores, por cierto, una chihuahuense.
Frente a estos desafíos, las elecciones del 2 de junio representan una oportunidad única para que los mexicanos hagan oír su voz y determinen el futuro de la nación. Es fundamental que los ciudadanos se informen, reflexionen sobre las políticas actuales y pasadas, y acudan a votar con la convicción de que su participación puede marcar una diferencia.
La capacidad de México para superar estas carencias y construir un futuro más próspero depende en gran medida del compromiso y la acción de sus ciudadanos. Las elecciones intermedias serán un momento decisivo para evaluar el presente y proyectar un camino hacia un futuro mejor.
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