El reciente asesinato de Antonio y sus hijos, Gael y Alexander, el pasado domingo 19 de enero, en una carretera de Culiacán, ha sido una manifestación más de la paz que le ha sido arrebatada a los habitantes de Sinaloa. Este jueves, una multitud de personas alzó el grito, y cuyas consignas iban dirigidas al gobernador Rubén Rocha Moya.
La protesta fue convocada por el maestro Víctor Manuel Aispuro, director de la primaria, Sócrates, institución a la que acudía Alexander, uno de los menores que perdieran la vida a causa de un ataque armado.
“Que por favor a los niños no, que dejen de ejercer esta violencia, que el gobernador haga lo que le toca, que la autoridad haga lo que le toca, que ya queremos venir sin miedo a la escuela”, manifestó el maestro en entrevista al salir de la primaria para ir a marchar.