El secretario General de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, calificó como dolorosa la aprobación de la polémica reforma de Morena, la cual busca la creación de un Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Esta reforma tiene como objetivo aumentar al 100% las percepciones de los trabajadores que decidan jubilarse, consolidándose con el dinero proveniente de 2.2 millones de cuentas de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), correspondientes a adultos mayores de 70 años que llevan inactivas desde hace una década.
El secretario manifestó que esta promesa responde al actual proceso electoral, añadiendo que la financiación de esta reforma provendrá de “dinero ajeno”. Afirmó que una vez que esta ley entre en vigor, no será cubierta con fondos públicos, sino que se tomará el dinero de los ahorradores. “Una vez que esta ley cobre vida no va a salir de fondos públicos, simplemente se va a extender la mano y se va a tomar el dinero de aquellos ahorradores”, expresó de la Peña Grajeda.