Muy seguramente en este punto en el que consideramos que la pandemia está superada, veamos salir a flote las consecuencias y secuelas; enfrentamos afectaciones de todo tipo, pero quizá es evidente que las personas adultas mayores han sido en particular un sector de la población que enfrentó un mayor riesgo y dejó en evidencia algunos problemas que con anterioridad ya sufrían.
A lo anterior habría que sumarle el hecho de que algunas personas adultas mayores se encontraban aún más solas, padeciendo de la falta de redes de apoyo y haciendo frente a la vida cotidiana con recursos limitados y quizá incluso con alguna discapacidad o limitación de movilidad que les impide realizar actividades cotidianas de manera independiente.
El panorama que ya nos mostraban los datos recopilados en el 2º. Congreso Internacional sobre Vejez y Envejecimiento, reflejaba que para 2025 habría en México cerca de 14 personas adultas mayores en México; si tomamos en consideración que actualmente cerca del 20% de esas personas ya sufren abandono, la cifra aumenta lamentablemente a la par haciendo evidente la falta de acciones de protección para este grupo de la población.
Contrario al aumento en la expectativa de vida, la calidad de la misma disminuye para las y los adultos mayores: a pesar de los avances en la ciencia y otros rubros para alargar la vida, existe como un gran pendiente el cuidado y atención que se les brinda, llegando a sufrir maltrato, omisiones de cuidado e incluso violencia física y un gran abandono.
Ahora bien, en el caso de Chihuahua, de conformidad con el Censo de Población y Vivienda del año 2020, poco más de 140 mil se encontraban en aquella fecha sufriendo alguna condición de vulnerabilidad como la falta de apoyo o bien, viviendo en asilos; estamos conscientes de que existen diversos motivos por los que las familias toman la decisión de recurrir a instituciones asistenciales ya sea públicas o privadas, pero lo que bajo ninguna óptica se justifica, es que haya quien abandone a sus familiares omitiendo su responsabilidad y llegando incluso a dejar datos de contacto falsos para deslindarse, lo cual requiere de medidas legislativas que hoy precisamente hemos propuesto sancionar a través del Código Penal.
Lamentablemente hay una devaluación de la imagen de la vejez, lo que propicia comportamientos que se reflejan cada vez más en actos de violencia, abuso, maltrato y abandono que compromete los derechos de las personas adultas mayores; hemos de decir en este punto que, como medida para revalorizar el papel de este grupo etario y brindarles independencia financiera, el gobierno federal ha colocado como sujetos de atención prioritaria y beneficiarios de programas sociales a las y los adultos mayores de 65 años, quienes actualmente en Chihuahua reciben alrededor de $9 mil 570 millones de pesos cada año. Para el próximo enero de 2024, la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores aumentará a $6,000 bimestrales, lo que significa que, los hogares con una persona adulta mayor de 65, recibirán como mínimo un salario mínimo garantizado, abonando a la mejora de la calidad de vida de estas personas.
Finalmente, hay que reconocer que, atender a personas vulnerables es todo un reto para las comunidades, pero que debe ser una obligación que valore y dignifique los esfuerzos que las personas mayores han realizado durante toda una vida y para con quienes tenemos ese gran pendiente: finalmente, todas y todos seguramente llegaremos a esa etapa, y qué mejor que hacerlo de manera digna.