Los sindicatos de la extinta Mexicana de Aviación aceptaron la oferta de compra de 733 millones 293 mil pesos o 37 millones 862 mil dólares para que la marca, un par de edificios en Guadalajara y Ciudad de México, un piso en Balderas y un simulador pasen a manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)
La propuesta de compra de la marca Mexicana de Aviación y de los activos fue presentada por Luisa María Alcalde Luján, secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), a los trabajadores de la aerolínea, que están en tierra desde hace más de una década.
Una vez que concluya el proceso de compra y venta, la marca Mexicana de Aviación y los activos pasarán a manos de la Sedena, quien será la encargada del relanzamiento de la aerolínea bandera mexicana.
El gobierno federal anunció en septiembre pasado su intención de operar una nueva aerolínea de su propiedad bajo la marca Mexicana de Aviación, para lo cual realizaron un avalúo que fue presentado a los sindicatos el pasado 26 de diciembre.
La oferta resulta inferior a avalúos previos de la marca, pues equivale a casi 38 millones de dólares, lo que implica una gran brecha respecto a otros precios determinados en 2015 –por 135 millones de dólares– y en 2017, por 75 millones de dólares.
Los planes del gobierno federal de operar su propia aerolínea fueron revelados a través de las filtraciones de documentos de la Sedena por el Grupo Guacamaya, a través de un hackeo que mostró la intención del gobierno de volar una aerolínea comercial con una flota que incluiría el antiguo avión presidencial 787 Dreamliner.
Estos planes fueron confirmados posteriormente por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que la aerolínea tendría una flota de 10 aviones comerciales. Hace un par de semanas, el mandatario aseguró que estaba en conversaciones con el fabricante estadounidense Boeing para obtener los aviones.
Fuente: Forbes/Expansión