En la primera visita oficial de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, para reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, los gobiernos de México y Estados Unidos reforzaron su visión de una relación bilateral basada en el respeto mutuo y la cooperación para enfrentar de manera conjunta los retos binacionales y regionales.
La reunión entre ambos mandatarios se traduce en avances como la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación económica de alto nivel; el fortalecimiento y atracción de inversión extranjera a México; la atención a las causas estructurales de migración en la región; la protección de derechos humanos, particularmente de las personas migrantes; y el impulso de los derechos laborales en México y Estados Unidos.
El presidente López Obrador expresó su agradecimiento a la vicepresidenta Harris por la cooperación en materia de vacunación contra COVID-19. Ambos países reafirmaron el compromiso de avanzar de manera coordinada y conjunta en contra del SARS-CoV-2.
Entre los temas que conformaron la agenda de los mandatarios y sus delegaciones durante esta visita, uno de los puntos de acuerdo destacables fue el impulso a la competitividad económica regional, así como el compromiso de fortalecer un crecimiento económico equitativo y sustentable tras la irrupción de la pandemia. En ese sentido, México y Estados Unidos aprovecharán los mecanismos del T-MEC, un acuerdo regional que brinda certidumbre y dinamismo a las inversiones en la región.
En condiciones de socios soberanos, ambos países ratifican el compromiso de impulsar una América del Norte más humanitaria, igualitaria y con mayor desarrollo para consolidarla como la región más productiva del mundo. En aras de fortalecer la inversión binacional, los mandatarios tomaron como plataforma la visita de la vicepresidenta Harris a México para acordar la reactivación del Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) que se celebrará el próximo mes de septiembre.
Ambas delegaciones fijaron acciones adicionales para fortalecer la confianza y facilitar inversiones estadounidenses en México, particularmente en el sur del país. Destacan propuestas de proyectos de infraestructura en el Istmo de Tehuantepec; una misión comercial de tecnologías ambientales, así como proyectos para la construcción de vivienda de costo accesible y el fortalecimiento de empresas rurales agrícolas.
La reunión de ambas delegaciones sirvió como marco para que los gobiernos reiteraran su convicción y prioridad para la protección de los derechos humanos. En ese sentido, los dos países acordaron establecer un grupo operativo especializado en combatir el tráfico y la trata de personas a través de una metodología que busca compartir información e inteligencia, a fin identificar, interrumpir y desmantelar redes de contrabando de personas en México. Asimismo, acordaron llevar a cabo una reunión de alto nivel sobre cooperación en materia de seguridad, con fecha aún por definir.
México y Estados Unidos respaldan los derechos laborales de las y los trabajadores en ambos países. En ese sentido, la delegación de Estados Unidos comunicó un aumento en su contribución económica para apoyar la implementación de la reforma laboral en México que busca reforzar los estándares laborales para la protección de los trabajadores, promover mejores condiciones laborales y atender los riesgos de trabajo forzado e infantil. Además, ambos países se comprometen a impulsar y hacer valer los derechos de las personas mexicanas trabajadoras en Estados Unidos.
Los gobiernos de México y Estados Unidos suscriben una visión humanista en común, bajo la cual se buscan flujos migratorios ordenados, seguros y regulares en conjunto con mecanismos de cooperación que hagan frente a las causas estructurales de la migración. En ese sentido, la firma del Memorándum de Entendimiento entre ambos países refleja la voluntad compartida para impulsar el desarrollo económico de manera sustentable en el sur de México y norte de Centroamérica.