A sus 45 años, el ucraniano Mykola Bychok será el integrante más joven del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco.
Bychok, obispo de la eparquía ucraniana católica en Melbourne, Australia, fue nombrado cardenal por Francisco en diciembre de 2024, en lo que sería el último consistorio del pontífice argentino.
“Ser sacerdote y ya”, dijo entonces a la cadena ABC Australia, aún sorprendido por un nombramiento que nunca imaginó tan temprano en su vida religiosa.
Nacido en Ucrania, Bychok descubrió su vocación a los 15 años en medio del fervor de la comunidad redentorista local.
Su camino lo llevó de misionero en Estados Unidos a obispo en Australia, donde sirve a la comunidad ucraniana dispersa en Oceanía.
Veinte años después de haber sido ordenado sacerdote, el cardenal llega a Roma no solo como testigo de su tiempo, sino como voz profética en un mundo marcado por la guerra y el conflicto.
Bychok rechaza cualquier título que lo separe del pueblo. En declaraciones a medios locales y a Vatican News, expresó su deseo de ser un cardenal “flexible, santo, accesible y sin eminencia”, cercano a los fieles y comprometido con la paz.
El cardenal denuncia abiertamente la guerra en su Ucrania natal, que califica como un “genocidio” por parte de Rusia, y pide que la Iglesia sea mediadora activa en conflictos globales, desde Europa del Este hasta Oriente Medio.
“La paz en el mundo solo llegará cuando las personas tengan paz en sus corazones”, afirma.