Una elefanta conmovió las redes sociales tras enterarse de la muerte de su amiga “Jenny” con la que había pasado 25 años de convivir en un circo de Rusia. Se trata de una elefanta de nombre Magda que se negó a abandonar el cuerpo de su finada amiga Jenny.
Ambos mamíferos fueron retiradas del circo Kazán en Rusia en el 2021 tras una serie de incidentes que ponían en riesgo los espectáculos donde participaban. En el video se puede observar a Magda tratando de reanimar el cuerpo de su vieja amiga moviendo y pateando su trompa, al no obtener respuesta se mueve a un costado de Jenny y la observa inerte en el piso.
Magda, residente del Parque Safari Taigan en Crimea, mostró su duelo al abrazar a Jenny y darle leves empujones antes de rendirse y abrazarla en un gesto de dolor y despedida. Magda impidió que los veterinarios se acercaran al cuerpo de su compañera durante varias horas.
Los elefantes son reconocidos por su notable inteligencia y complejas estructuras sociales, lo que se refleja en su comportamiento ante la muerte de sus congéneres. Diversos estudios y observaciones han documentado cómo estos majestuosos animales experimentan y reaccionan ante la pérdida de miembros de su manada, evidenciando comportamientos que sugieren una forma de duelo.
Una de las reacciones más comunes observadas en elefantes ante la muerte de un compañero es el contacto físico con el cadáver. Los elefantes suelen acercarse al cuerpo, olfatearlo y tocarlo con sus trompas, especialmente en áreas como la cara y las orejas. Este comportamiento ha sido interpretado como una forma de reconocimiento y despedida. En algunos casos, se ha observado a elefantes jóvenes intentando levantar o mover el cuerpo con sus patas, mostrando signos de confusión o intento de reanimación.
Además del contacto físico, los elefantes exhiben comportamientos que podrían considerarse rituales funerarios. Por ejemplo, se ha documentado que, tras la muerte de una cría, las madres y otros miembros de la manada permanecen junto al cuerpo durante períodos prolongados, mostrando signos de angustia y vocalizaciones inusuales. En algunos casos, los elefantes han sido vistos cubriendo el cuerpo con hojas y ramas, lo que sugiere una forma de “entierro”.
Fuente: Excélsior