Mientras más de un funcionario de la administración estatal panista se ha querido envolver en la bandera de la defensa del agua de los chihuahuenses, a propósito de la coincidencia con los ciclos agrícolas, a pesar de mostrar un amplio desconocimiento del tema y queriendo pasar por alto que fue precisamente el expresidente Fox quien, firmando el Acta 309 en su administración, firmó una condena para el agua de Chihuahua.
Sin embargo, cual farol de la calle, hay quienes dan muestra de la oscuridad con la que operan los organismos del agua tanto en el municipio como en el estado: mientras se anuncia constantemente un avance en la sectorización de la red hidráulica, la misma Junta Municipal de Chihuahua reconoce que, más de mil colonias en la capital sufren tandeo en la prestación de servicio de agua potable, mientras que cerca de 45 colonias no cuentan siquiera con tuberías ni servicio de drenaje. A pesar de esto, quiero decirle que hay algo con lo que, sin duda alguna contamos las y los ciudadanos: con la puntual llegada del recibo de cobro por un servicio que incluso no se recibe.
Es ahí cuando inevitablemente, quien le escribe no puede evitar preguntarse ¿Para qué chihuahuenses entonces están los prianistas supuestamente defendiendo el agua? Porque si algo tenemos claro es que, los usuarios de la industria, usuarios comerciales, e incluso instancias gubernamentales no sufren cortes en el servicio de agua potable, lo que sí ocurre con amas de casa, niñas, niños, personas enfermas y adultas mayores, e incluso mascotas que, se vuelven mucho más vulnerables ante la falta de agua en esta temporada en la que las olas de calor azotan al Estado.
Partiendo de lo anterior, es que hace casi un año, el suscrito presentó una propuesta de reforma que busca que el derecho al acceso al agua para consumo doméstico y personal sea privilegiado por encima de cualquier otra actividad económica, ya sea industrial, agrícola o de otra índole, considerándose como prioridad el abastecimiento de agua y la cobertura de servicios de saneamiento sin discriminación para los sectores más vulnerables de la población. Lamentablemente esta propuesta a pesar de enfocarse en un tema importante y urgente para la población no ha corrido con la suerte de otras propuestas y permanece aún pendiente de análisis.
Ante las quejas reiteradas y recurrentes de colonos de varias zonas de la capital, ante las que se hace oídos sordos, no nos queda más que concluir que estamos ante una paradoja: las autoridades estatales a pesar de su discurso NO actúan no bajo el objetivo de garantizar para las y los chihuahuenses el abasto de agua, sino bajo el objetivo de politizar y disminuir un recurso vital a un mero instrumento de discurso político. Como probablemente ya lo escuchó, hay a quienes les sobra tanta moral, que hasta tienen doble.